viernes, 30 de octubre de 2009

PASADO.....PISADO (parte 4 )


TESTIMONIOS PARA LOS MINISTROS


Los que creen en la verdad, deben ser como fieles centinelas en la torre de vigilancia, o de otra manera Satanás les sugerirá razonamientos engañosos, y darán oído a opiniones que traicionarán cometidos sagrados y santos. La enemistad de Satanás contra lo bueno se manifestará más y más a medida que pone en actividad sus fuerzas en esta última obra de rebelión; y toda alma que no esté plenamente entregada a Dios, y guardada por el poder divino, formará una alianza con Satanás contra el cielo, y se unirá en la batalla contra el gobernante del universo......
Pero no todos están siguiendo la luz. Algunos se están apartando del camino seguro, que a cada paso es una senda de humildad. Dios ha encomendado a sus siervos un mensaje para este tiempo, pero este mensaje no coincide en todo respecto con las ideas de todos los hombres dirigentes, y algunos critican el mensaje y a los mensajeros. Se atreven aun a rechazar las palabras de reprensión enviadas a ellos de parte de Dios por medio de su Santo Espíritu.

El acusar y criticar a aquellos a quienes Dios está empleando es acusar y criticar al Señor que los ha enviado. Todos necesitan cultivar sus facultades religiosas, para que tengan un correcto discernimientos de las cosas religiosas. Algunos han dejado de distinguir entre el oro puro y el mero oropel, entre la sustancia y la sombra. PAG. 473 a la 475

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Cuando estemos unidos en la unidad por la cual Cristo oró, esta larga discusión que ha sido mantenida por agentes satánicos terminará, y no veremos a hombres que formulen planes según el orden del mundo porque no tienen una visión espiritual para discernir las cosas espirituales. Ellos ven ahora a los hombres como árboles que caminan, y necesitan el toque divino, para que vean como Dios ve, y obren como Cristo obró. Entonces los atalayas de Sión harán resonar unidamente la trompeta en notas más claras y más altas; porque verán la espada que viene, y se darán cuenta del peligro en el cual se halla el pueblo de Dios.
Necesitáis hacer derechos pasos a vuestros pies no sea que lo cojo salga fuera del camino. Estamos rodeados por los que cojean y claudican en la fe, y vosotros habéis de ayudarlos, no claudicando vosotros mismos, sino manteniéndoos firmes, como hombres que han sido probados, firmes en los principios como una roca. Sé que debe hacerse una obra en favor del pueblo, o de otra manera muchos no estarán preparados para recibir la luz del ángel enviado del cielo para alumbrar toda la tierra con su gloria. No penséis que seréis hallados vasos para honra en el tiempo de la lluvia tardía, para recibir la gloria de Dios, si estáis elevando vuestras almas con verdad, hablando cosas perversas, y albergando secretas raíces de amargura. El enojo de Dios estará sobre toda alma que alberga y alimenta estas raíces de disensión y posee un espíritu tan diferente del espíritu de Cristo.
Cuando el Espíritu del Señor descansó sobre mí, parecía estar presente en uno de nuestros concilios. Uno de vosotros se levantó; su forma de hablar era muy decidida y ferviente mientras tenía una hoja de papel delante de vosotros. Podía leer claramente el encabezamiento del papel; era el American Sentinel. Se formularon entonces críticas sobre el periódico y el carácter de los artículos allí publicados. Los que estaban en el concilio señalaron ciertos pasajes, declarando que éstos debían quitarse, y que debían cambiarse. Se pronunciaron palabras duras de crítica acerca de los métodos del periódico, y prevaleció un fuerte espíritu contrario a Cristo. Las voces eran decididas y desafiantes.
Mi guía me dio palabras de amonestación y reprensión para hablar a aquellos que tomaron parte en este procedimiento, que no fueron lentos para pronunciar sus acusaciones y condenación. En sustancia, ésta fue la reprensión dada: El Señor no ha presidido ese concilio, y hay un espíritu de lucha entre los consejeros. Las mentes y los corazones de esos hombres no están bajo la influencia controladora del Espíritu de Dios. Sean los adversarios de nuestra fe los que sugieran y desarrollen tales planes como los que vosotros estáis discutiendo. Desde el punto de vista del mundo, algunos de estos planes no son objetables; pero no han de ser adoptados por aquellos que han tenido la luz del cielo. La luz que Dios ha dado debe ser respetada, no sólo por vuestra propia seguridad, sino también por la seguridad de la iglesia de Dios. Los pasos que ahora están tomando unos pocos, no pueden ser seguidos. por el pueblo remanente de Dios. Vuestra conducta no puede ser sometida por el Señor. Resulta evidente por vuestra forma de proceder que habéis trazado vuestros planes sin la ayuda de Aquel que es poderoso en consejo; pero el Señor obrará. Los que han criticado la obra necesita ungir sus ojos, porque se han sentido poderosos en su propia fuerza; pero hay Uno que puede tomar el brazo del poderoso, y anonadar el consejo de los prudentes.
El mensaje que tenemos para presentar no es un mensaje que los hombres necesitan tener miedo de declarar. No han de tratar de cubrirlo, de ocultar su origen y propósito. Sus abogados deben ser hombres que no puedan permanecer callados día y noche. Como personas que han hecho solemnes votos ante Dios, y que han sido comisionados como mensajeros de Cristo, como mayordomos de los misterios de la gracia de Dios, estamos bajo la obligación de declarar fielmente todo el consejo de Dios. No hemos de hacer menos prominentes las verdades especiales que nos han separado del mundo, y nos han hecho lo que somos; porque están cargadas de intereses eternos. Dios nos ha dado luz con respecto a las cosas que ahora están ocurriendo en el último remanente del tiempo, y con la pluma y la voz hemos de proclamar la verdad al mundo, no en una forma insípida, carente de espíritu, sino con demostración del Espíritu y el poder de Dios. Los más poderosos conflictos están implicados en la promulgación del mensaje, y los resultados de su promulgación son de importancia tanto para el cielo como para la tierra. PAG.476 a la 479

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A medida que el pueblo de Dios se acerca a los peligros de los últimos días, Satanás sostiene fervientes consultas con sus ángeles en cuanto al plan de mayor éxito para derribar su fe. El ve que las iglesias populares están ya arrulladas para dormir gracias a su poder engañador. Mediante una sofistería agradable y milagros engañosos puede continuar teniéndolas bajo su dominio. Por lo tanto dirige a sus ángeles para que coloquen trampas especialmente destinadas a los que esperan la segunda venida. de Cristo y se esfuerzan por guardar todos los mandamientos de Dios.
Dice el gran engañador:"Yo influiré a los ministros populares para hacer que la atención de sus oyentes se aparte de los mandamientos de Dios. Lo que las Escrituras declaran que es la perfecta ley de libertad será presentado como un yugo de servidumbre. El pueblo acepta las explicaciones de las Escrituras que hacen sus pastores, y no investiga directamente. Por lo tanto, actuando por medio de los ministros, puedo controlar a la gente a mi voluntad. PAG. 480,481

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Algo extraño ha ocurrido en nuestras iglesias. Los hombres que han sido colocados en puestos de responsabilidad para que fueran sabios ayudadores de sus obreros asociados, han llegado a suponer que fueron colocados como reyes y gobernantes en las iglesias, para decir a un hermano: Haz esto; y a otro: Haz aquello; y aun a otro: Está seguro de trabajar de ésta y esta manera. Ha habido lugares donde se dijo a los obreros que si no seguían las instrucciones de estos hombres de responsabilidad, no recibirían su sueldo de la asociación.
Es correcto que los obreros se consulten entre ellos como hermanos; pero el hombre que trata de inducir a su obreros asociados a seguir su consejo individual con respecto a los detalles de su obra, y a aprender de él su deber, está en una posición peligrosa, y necesita saber realmente qué responsabilidades comprenden su oficio. Dios no ha designado a ningún hombre para que sea conciencia para sus semejantes.
Durante años ha habido una tendencia creciente, de parte de los hombres que ocupaban posiciones de responsabilidad, a dominar sobre la herencia de Dios, quitando así de los miembros de la iglesia su agudo sentido de la necesidad que tienen de la instrucción divina y su aprecio del privilegio de tomar consejo de Dios con respecto a su deber. Este orden de cosas debe cambiar. Debe haber una reforma. Hombres que no tienen una rica medida de esa sabiduría que viene de arriba no deben ser llamados a servir en puestos donde su influencia significa tanto para los miembros de la iglesia.PAG.485,486

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En las próximas palabras el apóstol trae a consideración la verdadera fuente de la sabiduría para el creyente: "Empero Dios nos lo reveló a nosotros por el Espíritu: porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. . . . Lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, mas con doctrina del Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual".
Estas palabras significan mucho para el alma que está tratando de correr la carrera que se le ha propuesto en el Evangelio. "El hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente. Empero el espiritual juzga todas las cosas; mas él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿quién le instruyó? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo".
En nuestra experiencia individual hemos de ser enseñados por Dios. Cuando lo busquemos con corazón sincero, le confesaremos nuestros defectos de carácter; y él ha prometido recibir a todos los que vienen a él con un espíritu de humilde dependencia. El que se rinde a las exigencias de Dios tendrá la presencia permanente de Cristo, y esta compañía será para él una cosa preciosa. Aferrándose a la sabiduría divina escapará a la corrupción que está en el mundo por la concupiscencia. Día tras día aprenderá más plenamente cómo llevar sus debilidades a Aquel que ha prometido ser una ayuda inmediata en todo tiempo de necesidad.
Este mensaje está destinado a nuestras iglesias en todo lugar. En la falsa experiencia que ha estado prevaleciendo, opera una decidida influencia a exaltar los agentes humanos, y a inducir a algunos a depender del juicio humano, y a seguir el gobierno de mentes humanas. Esta influencia está apartando la mente de Dios. No permita el Señor que una experiencia semejante se profundice y crezca en nuestras filas como adventistas del séptimo día. Nuestras peticiones han de llegar más arriba que el hombre falible: han de ir hasta Dios. Dios no se restringe a un solo lugar o persona. El mira desde el cielo sobre los hijos de los hombres; ve sus perplejidades, y está familiarizado con las circunstancias de toda experiencia de la vida. Comprende su propia obra sobre el corazón humano, y no necesita que hombre alguno diríja la operación de su Espíritu. PAG,490 a la 492

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Tenemos un Salvador personal, y no hemos de cambiar su palabra por la palabra de algún hombre. En las Escrituras el Señor ha dado instrucción a todo obrero. Las palabras del obrero Director deben ser estudiadas con diligencia; porque son espíritu y son vida. Los obreros que están luchando para actuar en armonía con esta instrucción se hallan bajo la dirección del Espíritu Santo, y no necesitan siempre, antes de tomar cualquier determinación para avanzar, pedir permiso a algún otro. No ha de trazarse ninguna línea precisa. Permitid que el Espíritu Santo dirija a los obreros. Mientras se mantienen mirando a Jesús, el autor y consumador de la fe, los dones de gracia aumentarán por un uso sabio de los mismos.

"El Señor no ha colocado a ninguno de sus agentes humanos bajo el dictado y el control de aquellos que son ellos mismos solamente mortales sujetos a error. El no ha colocado sobre los hombres el poder de decir: Ud. hará esto, y Ud. no hará aquello. . . .

"Ningún hombre es un juez adecuado del deber de otro hombre. El hombre es responsable ante Dios; y cuando hombres finitos y sujetos a error toman en sus manos la jurisdicción de sus semejantes, como si el Señor los hubiera comisionado para elevar y degradar, todo el cielo se llena de indignación. Hay extraños principios que han sido establecidos, con respecto al gobierno de las mentes y las obras de los hombres, por jueces humanos, como si estos hombres finitos fueran dioses. . . .

"Las organizaciones y las instituciones, a menos que sean guardadas por el poder de Dios, actuarán bajo el dictado de Satanás para colocar a los hombres bajo el gobierno de los hombres; y el fraude y el error presentarán el aspecto del celo por la verdad y por el avance del reino de Dios". . .de y el engaño .PAG,500 A AL 502

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A menudo ocurre que surgen circunstancias que demandan una rápida acción. Y a veces oportunidades preciosas han sido perdidas debido a la demora. El que debió haber actuado rápidamente sentía que en primer lugar debía consultar a alguien que estaba muy lejos y que no estaba familiarizado con las verdaderas condiciones. Así se ha perdido mucho tiempo en pedir consejo de hombres que no estaban en una posición tal como para dar un consejo sabio. Sean todos los obreros de Dios guiados por la Palabra de verdad que señala su deber, y sigan implícitamente las directivas que Cristo ha dado.

El Señor no ha calificado a ninguno de nosotros para llevar la carga de la obra solo. El ha asociado entre sí a hombres de diferentes mentalidades, para que puedan consultarse y ayudarse mutuamente. De esta manera la deficiencia en la experiencia y las capacidades de uno es suplida por la experiencia y las capacidades de oro. Todos debemos estudiar con cuidado la instrucción dada en Corintios y Efesios con respecto a nuestra relación el uno con el otro como miembros del cuerpo de Cristo
Quiero transmitir a toda iglesia el mensaje de que el hombre no ha de exaltar su propio juicio. La mansedumbre y la humildad de corazón inducirán a los hombres a desear el consejo a cada paso. Y el Señor dirá: "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí". Es nuestro privilegio aprender de Jesús. Pero cuando los hombres, llenos de confianza en sí mismos, piensan que su trabajo consiste en dar consejo en lugar de desear ser aconsejados por sus hermanos experimentados, escucharán voces que los inducirán por senderos extraños.
Nuestros ministros y dirigentes deben darse cuenta de la necesidad de consultar con sus hermanos que han estado largo tiempo en la obra, y que han obtenido una profunda experiencia en los caminos del Señor. La disposición de algunos a cerrarse y creerse competentes para planear y ejecutar de acuerdo con su propio juicio y sus preferencias, los coloca en apuros. Tal forma independiente de actuar no es correcta, y no debe ser seguida. Los ministros y maestros de nuestras asociaciones han de trabajar unidamente con sus hermanos de experiencia, pidiéndoles su consejo, y prestando atención al mismo PAG. 508 a la 510

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"Pedid a Jehová lluvia en la sazón tardía". No descanséis satisfechos de que en el curso normal de la estación la lluvia ha de caer. Pedidla. El crecimiento y el perfeccionamiento de la semilla no es cosa que pertenece al dueño del campo. Sólo Dios puede madurar la cosecha. Pero se requiere la cooperación del hombre. La obra de Dios por nosotros exige la acción de nuestra mente, el ejercicio de nuestra fe. Debemos buscar sus favores con todo el corazón si los aguaceros de la gracia han de venir sobre nosotros. Debiéramos aprovechar toda oportunidad de colocarnos en el canal de bendición. Cristo ha dicho: "Donde están dos o tres congregados en mi nombre, ahí estoy en medio de ellos". Las convocaciones de la iglesia, tales como las reuniones generales, las asambleas de la iglesia local, y todas las oportunidades en que hay un trabajo personal por las almas, son las ocasiones señaladas por Dios para dar la lluvia temprana y tardía.
¿Qué puedo decir a mis hermanos en el nombre del Señor? ¿Qué proporción de nuestros esfuerzos se ha realizado de acuerdo con la luz que el Señor se ha agradado en darnos? No podemos depender de la forma o la maquinaria externa. Lo que necesitamos es la influencia vivificante del Espíritu de Dios. "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos". Orad sin cesar, y velad, obrando en armonía con vuestras oraciones. Mientras oráis, creed, confiad en Dios. Es el tiempo de la lluvia tardía, cuando el Señor dará liberalmente de su Espíritu. Sed fervientes en la oración, y velad en el Espíritu.*
¿Cómo lo seguiremos para aprender de Aquel que es nuestro Maestro? Podemos escudriñar su Palabra, Y familiarizarnos con su vida y con sus obras. Hemos de recibir su Palabra como pan para nuestras almas. En toda esfera donde el hombre sea colocado, el Señor Jesús nos ha dejado sus pisadas. Hacemos bien en seguirlo a él. El Espíritu por el cual él habló, es el que debemos albergar; hemos de presentar la verdad como es en Jesús. Hemos de seguirlo especialmente con corazón puro, con amor. El yo debe estar escondido con Cristo en Dios; entonces cuando Cristo, quien es nuestra vida, se manifestare, también apareceremos con él en gloria PAG.517,521

Que Dios te bendiga eternamente !!!

jueves, 29 de octubre de 2009

PASADO.....PISADO (parte3 )



TESTIMONIOS PARA LOS MINISTROS

La obra de Dios ha llegado al punto en que se la considera como una cosa común. Habría sido mucho mejor haber cambiado a los hombres que componen las juntas y las comisiones, que haber retenido a estos mismos hombres durante años, hasta que ellos supusieran que sus propuestas habían de ser adoptadas sin una sola pregunta; y generalmente ninguna voz se ha elevado en una dirección opuesta. Hay hombres que se sientan en consejo que no tienen el discernimiento que deben tener. La comprensión es estrecha y egoísta. Se necesita un cambio. No será sabio realizar la mitad o la cuarta parte de las empresas que se han planeado. PAG 424

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El Señor les da a éstos la prueba, para que se determinen a seguir su consejo, o lo rechacen y actúen según sus propias ideas; entonces él los abandonará al seguro resultado de esta conducta. En todos nuestros caminos, en todo nuestro servicio hacia Dios, él nos habla: "Dame ... tu corazón". Es el espíritu sumiso, accesible, lo que Dios quiere. Lo que da a la oración su excelencia es el hecho de que es exhalada de un corazón amante y obediente..........
No habéis de decir: Seguiré la dirección del Señor hasta un cierto punto que esté de acuerdo con mi juicio, aferrándoos entonces a vuestras propias ideas, y rechazando ser modelados a la semejanza del Señor. Hágase la pregunta: ¿Es ésta la voluntad del Señor? y no, ¿es ésta la opinión o el juicio de _______?

Hemos de tener relacionadas con nuestras instituciones solamente a personas que escuchen la palabra del Señor, y aprecien y obedezcan su voz. Cuando un hombre pide y exige que su punto: de vista y su juicio sean supremos en cualquiera de nuestras instituciones no podéis tener mayor evidencia de que ese hombre no se conoce a sí mismo, y que no está calificado para dirigir. Cometerá errores y dañará en lugar de restaurar. No sabe qué responsabilidades están envueltas en su relación con Dios o con sus semejantes.
La pregunta que debemos considerar es ésta: ¿Tenemos nosotros los atributos de Cristo? Las excusas no tienen valor. Todas las circunstancias, todos los apetitos y pasiones, han de ser siervos del hombre que teme a Dios, no han de gobernarlo. El cristiano no ha de ser esclavizado por ningún hábito o tendencia hereditaria o cultivada. El ha de dominar las pasiones animales, y no ser esclavizado por el hábito. PAG.425 AL 427

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Toda hora que pasa está modelando nuestra vida futura. Estos momentos invertidos en un descuidado agradarse a sí mismo, como si no tuvieran ningún valor, están decidiendo nuestro destino eterno. Las palabras que pronunciamos hoy seguirán resonando cuando el tiempo ya no exista. Los hechos realizados hoy son transferidos a los libros del cielo, así como los rasgos son transferidos por el artista a la plancha pulida. Ellos determinarán nuestro destino para la eternidad, para bendición o para pérdida eterna y agonizante remordimiento. El carácter no puede ser cambiado cuando venga Cristo, ni precisamente en el momento en que el hombre está, a punto de morir. La edificación del carácter debe realizarse en esta vida. Tememos que el arrepentimiento venga al alma manchada que complace el yo, demasiado tarde. Unas pocas resoluciones, unas pocas lágrimas, nunca contrarrestarán una vida pasada culpable ni borrarán de los libros del cielo las transgresiones, los pecados voluntarios y conscientes de los que han tenido la luz previa de la verdad, y pueden explicar las Escrituras a otros, mientras el pecado y la iniquidad son tomados como aguas robadas. Como si se hubiera escrito con una pluma de hierro, ellos pueden ser hallados como plomo en la roca para siempre.

Quisiera alarmar a mis hermanos si pudiera. Quisiera apremiarles con la pluma y la voz, con este ruego: Vivid en el Señor, caminad con Dios, si queréis morir en el Señor, y entrar pronto donde el Señor permanece para siempre..........PAG.437,438

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¿Os obligará Dios a obedecer? ¿Forzará él vuestra voluntad? Nunca. El Señor os ha provisto de capacidades, inteligencia y raciocinio. El ha enviado del cielo a su Hijo unigénito para que abriera un camino para vosotros, y para colocar a vuestro alcance la inmortalidad. ¿Qué explicación podéis dar a Dios por vuestra debilidad, vuestra desobediencia, vuestra impureza, vuestros malos pensamientos y malas obras?
No penséis que Dios obrará un milagro para ver aquellas almas débiles que albergan el mal, que practican el pecado; o que algún elemento sobrenatural será traído a vuestra vida, elevándola del ámbito del yo a una esfera más alta, donde la tarea será comparativamente fácil, y no requerirá esfuerzo especial, ninguna lucha especial, ni una crucifixión del yo; porque todos los que se demoran en el campo de Satanás esperando que esto se haga, perecerán con los obradores del mal.
Vosotros, hermanos míos, os cruzáis de brazos y os dejáis arrastrar a las malas prácticas, y todavía esperáis que Dios obre un milagro para cambiar vuestros caracteres y obligaras a ser puros y santos. ¿Os expondreis desenfrenadamente á la tentación, esperando que Dios fuerce vuestra mente y vuestras inclinaciones para que no os corrompáis? ¿Llevaréis la víbora a vuestro seno, esperando que Dios la hechice de manera que no os envenene con su mordedura mortífera? ¿Beberéis veneno esperando que Dios proporcione un antídoto? PAG.460 AL 463

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Ninguna confederación debe formarse con personas no creyentes, ni debéis reunir a cierto número escogido de personas que piensa como vosotros, y que dirá amén a todo lo que proponéis, mientras sean excluidos otros que pensáis que no estarán de acuerdo con vosotros. Se me mostró que había gran peligro de hacer esto.
"Porque Jehová me dijo de esta manera con mano fuerte, y enseñóme que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo: No digáis, Conjuración, a todas las cosas a que este pueblo dice, Conjuración, ni temáis lo que temen, ni tengáis miedo. . . . ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido". El mundo no ha de ser nuestro criterio. Permitid que el Señor obre; permitid que la voz de él sea oída.

Los que están empleados en cualquier departamento de la obra por la cual el mundo ha de ser transformado, no deben entrar en alianza con los que no conocen la verdad. El mundo no conoce al Padre ni al Hijo, y no tiene discernimiento espiritual en cuanto al carácter de nuestra obra, en cuanto a lo que haremos o lo que dejaremos de hacer. Debemos obedecer las órdenes que vienen de arriba. No hemos de escuchar el consejo o seguir los planes sugeridos por los no creyentes. Las sugestiones hechas por los que no conocen la obra que Dios está realizando para este tiempo serán tales que debilitarán el poder de los instrumentos de Dios. Aceptando tales sugerencias, el consejo de Cristo es anulado. . . .
El ojo del Señor está sobre toda la obra, todos los planes, todas las imaginaciones de toda mente; él ve debajo de la superficie de las cosas, discierne los pensamientos y las Intenciones del corazón. No hay un hecho de tinieblas, no hay un plan, no hay una imaginación del corazón, no hay un pensamiento de la mente, que él no lea como un libro abierto. Todo hecho, toda palabra, todo motivo, es fielmente registrado en los libros por el gran Escudriñador del corazón que dijo: "Yo conozco tus obras".
Se me mostró que las insensateces de Israel en los días de Samuel serán repetidas entre el pueblo de Dios hoy en día a menos que haya mayor humildad, menos confianza en el yo, y más confianza en el Señor Dios de Israel, el gobernante del pueblo. Es solamente cuando el poder divino se combina con el esfuerzo humano, cuando la obra resiste la prueba. Cuando los hombres ya no se apoyan en los hombres o en su propio juicio, sino que hacen de Dios su confianza, ello se pondrá de manifiesto en todos los casos por la mansedumbre de espíritu, por hablar menos y orar mucho más, por el ejercicio de la cautela en sus planes y movimientos.
Una y otra vez se me ha mostrado que el pueblo de Dios en estos últimos días no podía estar seguro si confiaba en los hombres, y hacía de la carne su brazo. El poderoso instrumento de la verdad los ha separado del mundo como piedras toscas que han de ser cortadas, pulidas y escuadradas para el edificio celestial. Deben ser cortados por los profetas con reprensiones, amonestaciones, admoniciones y avisos, para que puedan ser conformados al Modelo divino; ésta es la obra específica del Consolador, la de transformar el corazón y el carácter, para que los hombres guarden el camino del Señor. PAG.471,472

miércoles, 28 de octubre de 2009

PASADO.....PISADO (parte 2 )












TESTIMONIOS PARA LOS MINISTROS


Los hombres están ejerciendo ahora con fervor todo arte y profesión para satisfacer su deseo de ganar más. Si usaran ese tacto, ese celo y esa cuidadosa consideración en un esfuerzo para ganar algo para la tesorería del Señor, ¡cuánto más Podría realizarse! Cuando los hombres que son cabalmente egoístas acepten a Cristo, mostrarán que tienen un nuevo corazón; y en lugar de posesionarse de todo lo que les sea posible obtener para beneficio de ellos mismos, en sacrificios pequeños, raquíticos, para alegremente todo lo que pueden para hacer progresar su obra.
En nuestro concepto del deber estamos muy por debajo de lo que exige nuestra santa religión. ¡Oh, si los qué han sido bendecidos verdades tan grandes y solemnes se levantaran sacudieran el hechizo que ha entumecido sus sentidos y les ha impedido prestar verdadero servicio a Dios, qué cosa no harían por la salvación de las alma sus esfuerzos bien organizados! -¡Qué cambio se vería en los principios practicados! El mundo, la carne, el diablo, no cegarían a los hombres y mujeres para que no vieran lo que son los principios puros, sagrados y leales.
La Palabra de Dios asimilada es la preparación para la vida eterna. Pero los hombres han dado tal interpretación a esta Palabra que la han despojado de su significado. El corazón y la conciencia se han endurecido y corrompidos. Hermanos, en el nombre de Jesús, os pregunto: ¿Creéis en la palabra de Dios? ¿Sois hijos e hijas de Dios? Si lo sois, es porque habéis sidos convertidos, y habéis recibido a Cristo en el templo de vuestra alma, y vuestra mente ha sido colocada bajo la nueva ley, la ley real de libertad. PAG.401,402

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Nadie que esté relacionado con la sagrada obra de Dios puede permanecer en campo neutral. Si un hombre está dividido, indeciso, inestable, hasta que esté seguro de que no perderá nada, muestra que es un hombre a quien Dios no puede usar. Pero muchos trabajan de esta manera. No han sido señalados por Dios, o de otra suerte han dejado decididamente de ser manejados por el poderoso agente del Espíritu Santo.
El Señor usará a los hombres educados si su supuesto conocimiento no los induce a querer manejar al Espíritu Santo, y a tratar de enseñar al Señor que el procedimiento humano es mejor que los planes divinos, porque se aviene mejor con la opinión popular. Todos los que están en el servicio de Dios se hallan en la obligación de permanecer firmes, con valor, y hacer frente al prejuicio, a la oposición y a la pasión humana. Deben recordar siempre que son siervos de Dios, y que trabajan en su servicio.

El Señor quiere que su pueblo se aparte de todo lo que no esté de acuerdo con las Escrituras con respecto al ministerio. Los hombres llamados al ministerio no deben ser convertidos en ídolos, no debe mirárselos con reverencia supersticiosa; y debido al poder que invisten por medio de su oficio, el pecado en ellos no debe perder su carácter ofensivo. Su mismo oficio hace que el pecado en ellos sea más excesivamente pecaminoso; pues al cometer pecado se convierten en ministros del pecado, agentes de Satanás, por medio de los cuales éste puede consumar su éxito para perpetuar el pecado.
Todos deben tener en cuenta que los esfuerzos especiales de Satanás se dirigen contra el ministerio. El sabe que se trata tan sólo de un instrumento humano, que no posee gracia o santidad inherentes. Sabe que el ministro es un agente a quien Dios ha ordenado que fuera un medio poderoso para la salvación de las almas, y que es eficiente sólo cuando Dios, el Espíritu eterno, lo hace así. Sabe que el tesoro del Evangelio está en vasos terrenos, que es solamente el poder de Dios el que puede hacerlos vasos de honra. Ellos pueden cultivar la viña; un Pablo puede plantar y Apolos regar, pero sólo Dios puede dar el crecimiento. PAG.409,410,411

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Hay hombres que enseñan la verdad, pero que no están perfeccionando sus caminos delante de Dios, y que tratan de esconder su deserción, y estimulan un enajenamiento de Dios. No tienen el valor moral para hacer las cosas que redundan en su especial beneficio. No ven necesidad de reformarse y así rechazan las palabras del Señor, y odian al que los reprueba.
Esta misma negativa de prestar oídos a las amonestaciones que el Señor envía, da a Satanás todas las ventajas para hacer de ellos los peores enemigos de los que les han dicho la verdad. Llegan a acusar de mentirosos a aquellos que les han traído el mensaje del Señor.
El hombre que rechaza la Palabra del Señor, que trata de establecer su propio camino y voluntad, destruye al mensajero y al mensaje que Dios envía para descubrirle su pecado. Sus propias inclinaciones han influido su conducta, y se ha formado a si mismo de una manera equivocada. La regla divina es: "Si pues coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo a gloria de Dios". Pero él no quiere hacer esto. Como un hombre piensa en su corazón, así es él. Desde adentro, del corazón, proceden los malos pensamientos inspirados por Satanás. Comienza a presentar argucias sobre aspectos técnicos y maneras. El espíritu de Satanás lo une con el enemigo para presentar una palabra de crítica sobre asuntos poco importantes. La verdad llega a ser cada vez de menor valor para él. Se vuelve un acusador de sus hermanos, etc., y cambia de dirigentes. El mundo exterior tiene un peso mayor sobre él del que ha tenido la inundación de luz que Dios ha volcado sobre el mundo en mensajes que él ha dado y en los cuales una vez se regocijó.
Ha permitido que pensamientos impíos se fortalecieran y prevalecieran porque, día tras día, no ha comido la carne y bebido la sangre del Hijo de Dios, porque no ha llegado a ser participante de la naturaleza divina. Las cosas que vienen de adentro contaminan al hombre. ¡Cuán corrupta debe ser entonces la fuente de la cual estos males han surgido!

Ministros no santificados están organizándose en contra de Dios. Están alabando a Cristo y al dios de este mundo en la misma emisión de voz. Mientras que en forma profesa reciben a Jesús, abrazan a Barrabás, y por sus acciones dicen: "No a éste, sino a Barrabás". Presten atención todos los que leen estas líneas. Satanás se ha jactado de lo que él puede hacer. Piensa disolver la unidad que Cristo oró que existiera en su iglesia. Dice: "Saldré y seré un espíritu mentiroso para engañar a los que pueda, para criticar, para condenar, para falsificar". Albergue al hijo del engaño y al falso testigo una iglesia que ha tenido gran luz, gran evidencia, y esa iglesia descartará el mensaje que el Señor ha enviado, y recibirá los más irrazonables asertos, falsas suposiciones y falsas teorías. Satanás se ríe de la insensatez de ellos; porque él sabe qué es verdad. Muchos ocuparán nuestros púlpitos sosteniendo la antorcha de una falsa profecía en sus manos, encendida del fuego de la infernal antorcha satánica. Si se albergan dudas e incredulidad, los fieles ministros serán quitados del pueblo que piensa que sabe tanto. "¡Oh, si también tú conocieses -dijo Cristo-, a lo menos en éste tu día, lo que toca a tu paz! mas ahora está encubierto de tus ojos".
Sin embargo, el fundamento de Dios está firme. El Señor conoce a los que son suyos. El ministro santificado no debe tener engaño en su boca. Debe ser abierto como el día, libre de todo rastro de mal. Un ministerio santificado será un poder que haga brillar la luz de la verdad en ésta generación adversa. Luz, hermanos, más luz necesitamos. Haced sonar la trompeta en Sión; haced resonar la alarma en el monte santo. Reunid a la hueste del Señor, con corazones santificados, para que escuchen lo que el Señor dirá a su pueblo; porque él ha aumentado la luz para todos los que oigan. Sean armados y equipados, y vengan a la batalla, en auxilio de Jehová contra los fuertes. Dios mismo obrará en favor de Israel. Toda lengua mentirosa será silenciada. Manos de ángeles derribarán los planes engañosos que se están formando. Los baluartes de Satanás, nunca triunfarán. La victoria acompañará al mensaje del tercer ángel....... Ningún alma se queje de los siervos de Dios que han venido a ella con un mensaje enviado del cielo. No sigáis buscando defectos en ellos, diciendo: "Son demasiado positivos; "hablan con demasiada fuerza". , Pueden hablar con mucha fuerza; ¿pero no es necesario? Dios hará que los oídos de los oyentes zumben si no escuchan su voz o su mensaje. El denunciará a los que resistan la Palabra de Dios.
Satanás ha tomado todas las medidas posibles para que no venga nada entre nosotros como pueblo para reprendernos o reprocharnos, y exhortarnos a dejar a un lado nuestros errores. Pero hay un pueblo que llevará el arca de Dios. Algunos que no querrán seguir llevando el arca saldrán de entre nosotros. Pero éstos no podrán levantar vallas para obstruir la verdad; porque ésta irá hacia adelante y hacia arriba hasta el fin. En lo pasado Dios ha suscitado a hombres, y él todavía tiene hombres de oportunidad que esperan, listos para ejecutar sus órdenes: hombres que pasarán por restricciones que son sólo como muros embadurnados con una mezcla que ha perdido su fuerza. Cuando Dios pone su Espíritu en los hombres,éstos obran. Proclamarán la Palabra del Señor; elevarán su voz como trompeta. La verdad no será disminuida ni perderá su poder en sus manos. Mostrarán al pueblo sus transgresiones, y a la casa de Jacob sus pecados.
El conflicto ha de seguir siendo cada vez más violento. Satanás tomará el campo y personificará a Cristo. Representará erróneamente, aplicará con falsía y pervertirá todas las cosas que pueda, para engañar, si es posible, aun a los escogidos. Aun en nuestro tiempo ha habido y continuará habiendo familias enteras que una vez se regocijaron en la verdad, pero que perderán la fe a causa de las calumnias y las falsedades que les fueron llevadas con respecto a aquellos a quienes han amado y con quienes han tenido agradables consultas. Abrieron sus corazones a la siembra de la cizaña; la cizaña creció entre el trigo; se fortaleció la cosecha del trigo decreció más y más; y la preciosa verdad perdió su poder para ellos. Durante un tiempo un falso celo acompañó sus nuevas teorías, que endurecieron sus corazones contra los defensores, de la verdad, como hicieron los judíos contra Cristo.
Bajo el celo de Satanás, algunos tienen por un tiempo la apariencia de hombres de una condición floreciente; pero es solamente fugaz. Satanás los llevó tan lejos que ellos hacen desprecios al Espíritu de Dios. Se esparcen como un laurel verde. El Señor los soporta por un tiempo. Les permite manifestar su envidia y su odio contra el pueblo de Dios, como le permitió a Satanás desarrollar su carácter, para que pudiera presentarse ante el universo del cielo, ante los mundos no caídos, y ante el mundo caído, con sus verdaderos atributos, como un engañador, el acusador de los hermanos, un asesino de corazón. Muchos que ahora pretenden creer la verdad, pero que no tienen un ancla, estarán unidos con el partido de Satanás. Los que no han trabajado del lado de Dios serán dejados para que resulten ser una piedra de tropiezo para aquellos que han obtenido una experiencia viva por sí mismos. Empéñese todo ministro, en lugar de criticar y levantar objeciones, en lugar de dudar y oponerse, si existe la menor posibilidad de hacerlo, en levantar barrera contra los enemigos engañosos. En lugar de pelear contra aquellos a quienes el Señor ha enviado para salvar a éstos, ore el pueblo de Dios ferviente y continuamente por el poder de la gracia de Dios, rogando que el Capitán de la hueste del Señor tome el campo¡ En vez de sentarse en juicio sobre los hermanos a quienes Dios ha aceptado para hacer su servicio, sea la preocupación de su oración, de día y de noche, que el Señor envíe más obreros a su viña. Pastores no deshonréis a vuestro Dios y apenéis su Santo Espíritu arrojando observaciones sobre las formas y las maneras que usan los hombres a quienes él elige. Dios conoce el carácter. El ve el temperamento de los hombres que ha escogido. Sabe que nadie, sino los hombres fervientes, firmes, determinados, de sentimientos fuertes, verán esta obra en su importancia vital, y colocarán una firmeza y una decisión tal en sus testimonios que quebrantarán la barrera de Satanás.
Dios da á los hombres consejo y reprensión para su bien. El ha enviado su mensaje, diciéndoles lo que se necesitaba para el tiempo: 1897. ¿Aceptasteis el mensaje? ¿Prestasteis oídos a la exhortación? El os dio la oportunidad de que acudierais armados y equipados en auxilio del Señor. Y habiendo hecho todo, os pidió que os presentarais. ¿Qué os alistásteis? ¿Dijisteis: "Heme aquí, envíame a mí ? Os sentasteis tranquilos, y no hicisteis nada. Permitisteis que la Palabra del Señor cayera al suelo sin prestarle atención; y ahora el Señor ha tomado a hombres que eran muchachos cuando vosotros estabais al frente de la batalla, y les ha dado el mensaje y la obra en que vosotros no os empeñasteis. ¿Seréis piedras de tropiezo para ellos? ¿Criticaréis? ¿Diréis: "Están saliendo fuera de lugar"? Sin embargo, vosotros no llenasteis el lugar que ellos han sido llamados a ocupar.
Oh, ¿por qué serán los hombres obstáculo, cuando podrían ser una ayuda? ¿Por qué bloquearán el movimiento de las ruedas, cuando podrían empujar con señalado éxito? ¿Por qué despojarán a su propia alma del bien, y privarán a otros de la bendición que podría haber venido por su intermedio? Estas personas que han rechazado la luz permanecerán como desiertos, donde no fluyen aguas refrescantes y sanadoras; y su ministración será tan carente de humedad como las colinas de Gilboa, donde no había rocío ni lluvia. No están revestidos de la unción divina, y no transportan ninguna bendición para los demás. Deben humillar sus corazones y confesar sus errores, y quebrantar las garras de Satanás en las cuales se encuentran. Podrían romper las cadenas que han forjado la educación, el prejuicio o los hábitos. Sí ellos tan sólo quisieran buscar a Dios, con espíritu de arrepentimiento, lo encontrarían. No cumplirían entonces su propia voluntad, sino que irían adonde los induce a ir el Espíritu del Señor; serían guiados por él.
La purificación y el limpiamiento pasarán seguramente por cada una de las iglesias de nuestro país que han tenido grandes oportunidades y privilegios, y los han dejado pasar sin prestarles oídos. Lo que necesitan no es más evidencia. Necesitan corazones puros y santificados para reunir y retener toda la luz que Dios ha dado, y entonces andarán en esa luz. PAG. 414 AL 420

Que el señor los bendiga eternamente !!!

martes, 27 de octubre de 2009

PASADO.....PISADO

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas,
Pero por dentro son lobos rapaces. Mat 7:15







Testimonios para los ministros


Se ha cometido injusticia y aun falta de honradez en reuniones de Juntas al presentar asuntos ante personas que no tienen una experiencia que los capaciten para ser jueces competentes. Se han entregado manuscritos en manos de hombres para que los criticaran, cuando los ojos de su entendimiento estaban tan cegados que no podían discernir la importancia espiritual del tema con el cual trataban. Más que esto, no tenían un conocimiento verdadero de la preparación de los libros. No habían tenido ni estudio ni práctica en el ramo de las producciones literarias. Ha habido hombres que han emitido juicio sobre libros y manuscritos imprudentemente colocados en sus manos cuando debía haber declinado servir como críticos. Habría sido solamente una muestra de honradez de parte de ellos decir: "No he tenido experiencia en este ramo de trabajo, y ciertamente me haría una injusticia a mí mismo y a otros en dar mi opinión. Perdónenme, hermanos; en lugar de instruir a otros, yo necesito que alguien me enseñe". Pero esto estuvo lejos de sus pensamientos. Se expresaron con libertad con respecto a temas de los cuales no sabían nada. Se han aceptado conclusiones como opiniones de hombres sabios, cuando se trataba simplemente de opiniones de novicios. Pag.264-265

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Es la obra del cristiano aumentar, restaurar, sanar. Este proceso de sanamiento salva a más de un alma, y esconde una multitud de pecados. Dios es amor; Dios es en sí mismo, en su esencia, amor. El logra las mejores consecuencias de lo que parece un perjuicio, y no le da a Satanás ocasión para triunfar haciendo que aparezca lo peor, y exponiendo nuestra debilidad a nuestros enemigos. El mundo no debe introducirse en la iglesia, y casarse con la iglesia, formando un vínculo de unidad. Por este medio la iglesia, llegará ciertamente a corromperse, y como se declara en el Apocalipsis, será "Albergue de todas aves sucias y aborrecibles".
Por medio de la asociación con el mundo nuestras instituciones llegarán a ser poco sólidas, podrá confiarse poco en ellas; porque estos elementos mundanos, introducidos y colocados en puestos de confianza, son considerados como maestros que han de ser respetados en su posición educadora y oficial; y seguramente ellos han de ser movidos por el espíritu y el poder de las tinieblas de manera que la línea de demarcación entre el que sirve a Dios: y el que no le sirve llega a ser confusa. Cristo presentó la parábola relativa al campo en el cual se pensaba haber sembrado trigo puro, pero las personas de confianza miran el campo con desaliento e inquieren: "¿No sembraste buena simiente en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?" El señor de la viña contesta: "Un hombre enemigo ha hecho esto". Pag.269-270

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Dad a los hombres una oportunidad de ejercer su Juicio individual. Los hombres que siguen las indicaciones de otra persona, y que están dispuestos a que otro piense por ellos, son inaptos para que se les confíe Responsabilidades. Nuestros hombres dirigentes son remisos en esta materia. Dios no ha dado a ciertas personas en particular todo el poder mental que hay en el mundo.
Los hombres que ocupan puestos de responsabilidad deben darles a otros el crédito de tener algún sentido, alguna capacidad de juicio y previsión, y considerarlos como capaces de realizar la obra encomendada a sus manos. Nuestros hermanos dirigentes han cometido un gran error al especificar todas las indicaciones que los obreros deben seguir, y esto a resultando en una deficiencia, en una falta de Espíritu vigilante en los obreros, porque han dependido de otro para todos sus planes, y ellos mismos no han tomado ninguna responsabilidad. Si los hombres que han tomado sobre si esta responsabilidad saliera de nuestras filas, o murieran ¡qué estado de cosas se hallarían en nuestras instituciones!

Dios ha dado a los hombres talentos que él se propone que usen. El les ha dado una mente, y quiere que lleguen a ser pensadores, y tengan sus propios pensamientos y su propio planeamiento, más bien que depender de otros para que piensen por ellos.

Creo que he presentado este asunto muchas veces delante de vosotros, pero no veo cambio en vuestro comportamiento Queremos que todos nuestros hombres responsables deleguen responsabilidades sobre otros. Asignad a otros trabajos que requiera de ellos planear y usar su juicio. No los eduquéis para que dependan de vuestro juicio. Los jóvenes deben ser adiestrados para ser pensadores. Hermanos míos, no penséis ni por un momento que vuestra forma de obrar es la perfección y que los que están relacionados con vosotros deben ser vuestra sombra, y el eco de vuestras palabras, y que deben repetir vuestras ideas y ejecutar vuestros planes. Pag.306-307- 308

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Hay hombres que hoy debieran ser personas de amplitud de pensamiento, sabios, hombres de los cuales pueda dependerse y qué no lo son, porque han sido educados a seguir los planes de otros. Han permitido que otros les dijeran precisamente que hacer, y han empequeñecido su intelecto. Sus mentes son estrechas, y no pueden comprender las necesidades de la obra. Son simples máquinas que han de ser movidas, por el pensamiento de otro hombre. Ahora bien, no penséis que estos hombres que siguen vuestras ideas son los únicos en quienes puede confiarse. A veces habéis pensado que porque ellos realizan vuestra voluntad al pie de la letra, eran los únicos de quienes podíais depender. Si alguien ha ejercido su propio juicio, y ha diferido de vosotros, os habéis separado de él, como una persona en quien no podíais confiar. Quitad vuestras manos de la obra, y no la tengáis tan firmemente asida. Tú no eres el único hombre a quien Dios usará. Dad al Señor lugar para que utilice los talentos que él ha confiado a los hombres, para que la causa pueda crecer. Dad al Señor la oportunidad de usar las mentes de los hombres. Estamos perdiendo mucho por nuestras ideas y nuestros planes estrechos. No interrumpáis el camino del progreso de la obra, mas permitid que el Señor obre por medio de quienes él quiera. Educad, animad a los jóvenes a pensar y a actuar a proyectar y a planear, a fin de que tengamos una multitud de consejeros.

! Cómo sufre mi corazón al ver a presidentes de asociaciones que asumen la responsabilidad de seleccionar a aquellos a quienes pueden amoldar para trabajar con ellos en el campo! Eligen a quienes no diferirán de ellos, sino que actuarán meramente como máquinas. Ningún presidente tiene derecho alguno de hacer esto. Dejad que otros hagan, planes; y si fracasan en algunas cosas, no lo toméis como una evidencia, de que están incapacitados para ser pensadores. Nuestros hombres más responsables han tenido que aprender por una larga disciplina cómo usar su juicio. En algunas cosas han revelado que su obra podía haber sido mejor. El hecho de que los hombres cometan errores no es razón por la cual los consideremos incapaces de ser cuidadosos. Los que creen que sus métodos son perfectos, aun ahora en graves desatinos, pero otros no los advierten. Presentan su éxito, pero sus errores no aparecen. Sed pues bondadosos y considerados para con todos los hombres que entran, concienzudamente en el campo como obreros para el Maestro. Nuestros hombres más responsables han hecho algunos planes no sabios, y los han realizado porque pensaban que sus planes eran perfectos. Han necesitado la intervención de otros elementos que poseyeran mente y carácter. Debían haberse asociado con otros hombres que podían ver las cosas desde un punto de vista completamente distinto. Así los habrían ayudado en sus planes. . . . ! Cuán insensato es encomendar una gran misión a las manos de un solo hombre, de manera que él la modele y la conforme de acuerdo con su juicio, y según su propia imaginación enfermiza! Hombres que han sido de miras estrechas, que han servido a las mesas, que no tienen una visión amplia, están descalificados por poner su molde sobre la obra. Los que desean controlar la obra piensan que nadie puede hacerlo perfectamente fuera de ellos mismos, y la obra lleva las marcas de sus defectos. Pag.308-309-310

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En Batlle Creek, y en otros lugares, se ha añadido un edificio a otro, para hacer una ostentación imponente. Los hombres han supuesto que esto daría carácter a la obra. Sus propios caracteres necesitaban la gracia transformadora de Cristo. Esto solo es suficiente para dar carácter a la obra. Nada puede hacerse sin su gracia.

En Batlle Creek tenéis evidencia de que hombres que han tenido mucho que decir no andan con Dios. Hay abundante actividad, pero no son muchos los que trabajan en sociedad con Cristo; y los que andan y trabajan lejos de él han sido los más activos en planear e inaugurar sus métodos. Si ellos tuvieran la sabiduría que viene de la fuente de toda sabiduría, actuarían en forma más considerada, y estudiarían más fervientemente la relación de causa y efecto. Discernirían que unas pocas mentes en Batlle Creek no han de ser el poder que maneje todo lo que esté relacionado con nuestra obra.

Se me presentó el asunto que estaba tratando de explicar a los hermanos. Hay demasiada responsabilidad impartida a unos pocos hombres......... El Señor quiere tener a su pueblo bajo su jurisdicción. Sus hijos deben mirar a él, inquiriendo de él con fe, y continuando en el conocimiento de la obra de su providencia. Pag.324-325-326


Que nuestro Dios los bendiga eternamente!!!

lunes, 26 de octubre de 2009

EL ULTIMO PLAN DE SATANAS

Dice el gran engañador:  'Debemos vigilar a los que están llamando la atención del pueblo al sábado de Jehová; ellos inducirán a muchos a ver las exigencias de la ley de Dios; y la misma luz que revela el verdadero sábado revela también la ministración de Cristo en el santuario celestial, y muestra que la última obra por la salvación del hombre se está realizando ahora.  Mantened la mente de la gente en tinieblas hasta que esa obra termine, y aseguraremos el mundo y también la iglesia. . .
Yo influiré sobre los ministros populares para hacer que la atención de sus oyentes se aparte de los... mandamientos de Dios. .La gente acepta las explicaciones de las escrituras de parte de sus pastores, y no investiga por si misma. Por lo tanto al actuar por medio de los ministros, puedo dominar a la gente de acuerdo con mi voluntad.
Tendré sobre el terreno, como agentes míos, a hombres con falsas doctrinas mezcladas con suficiente cantidad de verdad como para engañar a las almas.  Tendré también incrédulos presentes que expresarán dudas con respecto a los mensajes de amonestación que envía el Señor a su iglesia.  Si el pueblo lee y cree estas admoniciones, podemos tener poca esperanza de vencerlo.  Pero si podemos distraer su atención de estas advertencias, permanecerán ignorantes con respecto a nuestro poder y astucia, y por fin los aseguraremos en nuestras filas.  Dios no permitirá que sus palabras sean despreciadas impunemente.  Si podemos mantener a las almas engañadas por un tiempo, la misericordia de Dios será retirada, y él las entregará a nuestro dominio
"Usando a los que tienen una forma de piedad pero no conocen el poder, podemos ganar a muchos que de otra manera nos harían daño.  Los amantes del placer más que amantes de Dios serán nuestros ayudadores más eficaces.  Los que pertenecen a esta clase y que son aptos e inteligentes servirán como cebo para atraer a otros a nuestros anzuelos.  Muchos no temerán su influencia, porque profesan la misma fe.  Así los induciremos a sacar la conclusión de que los requerimientos, de Cristo son menos estrictos de lo que una vez creían, y que conformándose con el mundo podrían ejercer una mayor influencia sobre los mundanos.  Así se separarán de Cristo; entonces no tendrán ninguna fuerza para resistir nuestro poder, y antes de mucho estarán listos para ridiculizar su primer celo y devoción
Podemos separar a muchos de Cristo por la mundanalidad, la concupiscencia y el orgullo.  Se pensarán seguros porque creen la verdad, pero la complacencia del apetito o de las bajas pasiones, que confundirá el juicio y destruirá la discriminación, producirá su caída.
(testimonios para los ministros p 472-475)White

LAS CITAS DE ELENA QUE NADIE LEYO, O NO QUIEREN LEER, CONFIRMAN CLARAMENTE LA UNION DE LA IGLESIA CON EL MUNDO

No debemos introducir el mundo en la iglesia ni casarlo con ella, estableciendo asi un vinculo de unidad. De esa manera la iglesia ciertamente se corrompera; llegara a ser como declara en el apocalipsis "albergue de toda ave inmunda y aborrecible".
Si se relacionan con el mundo nuestras instituciones se debilitaran, no se podra confiar en ellas, porque esos elementos mundanos, introducidos y ubicados en puestos de confianza considerados maestros respetables en su posicion educadora, rectora y oficial seran manejados seguramente por el espiritu y el poder de las tinieblas; no se distinguira la linea que separa al que sirve a Dios del que no le sirve.
(Testimonos para los Ministros p265) White

De ellos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, cuando dijo: "El Señor viene con sus santos millares,
"a juzgar a todos, y a convencer a todos los impíos de todas las malas obras que cometieron, y de todas las insolencias que pronunciaron esos impíos pecadores".
Esos se quejan de todo, lo critican todo, y andan según sus propios deseos.  Su boca habla con soberbia, y adulan a las personas para sacar provecho.(Judas 14-16)



Muchos seguirán sus disoluciones, y por ellos el camino de la verdad será blasfemado.  
Por avaricia traficarán con vosotros con palabras fingidas. Hace tiempo que su condenación pende sobre ellos, y su perdición no se duerme. (2 Pedro 2: 2,3)



Si alguno enseña otra cosa, y no se atiene a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,
está hinchado, nada sabe, y padece del enfermizo deseo de discusión y contienda de palabras, que engendran envidias, pleitos, maledicencias, malas sospechas,
porfías necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad por ganancia.(1 Timoteo 6:3-5)

Estudiemos juntos!!!!

Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieron, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (Mat. 18, 19, 20)

El Señor ha prometido que donde hay dos o tres reunidos en su nombre, allí estará él en su medio. Los que se reúnen para la oración recibirán la unción del Santo. Hay gran necesidad de oración secreta, pero también hay necesidad de que varios cristianos se reúnan y con fervor eleven juntos sus peticiones a Dios (Review and Herald, 30 de junio, 1896).

Aprovechad toda oportunidad de ir donde se suela orar. Los que están realmente procurando estar en comunión con Dios, asistirán a los cultos de oración, fieles... en cumplir su deber, ávidos y ansiosos de cosechar todos los beneficios que puedan alcanzar (El camino a Cristo, pág. 98).
¿Cuál es el objeto que se tiene al reunirse? ¿Es para informar a Dios, instruirle, diciéndole en oración todo lo que sabemos? Nos reunimos para edificarnos unos a otros mediante el intercambio de pensamientos y sentimientos, para obtener fuerza, luz y valor al conocer mejor nuestras esperanzas y aspiraciones mutuas; y al elevar con fe nuestras oraciones fervientes y sentidas, recibimos refrigerio y vigor de la Fuente de nuestra fuerza. Estas reuniones deben ser momentos muy preciosos. . .

No todos tienen la misma experiencia en su vida religiosa. Pero si se reúnen los que han pasado por diversas circunstancias, pueden hablar de lo que han experimentado con sencillez y humildad. Todos los que prosiguen adelante en la carrera cristiana, deben tener y tendrán una experiencia viva, nueva e interesante. Una experiencia viva se compone de pruebas diarias, conflictos y tentaciones; arduos esfuerzos y victorias y mucha paz y gozo obtenidos mediante Jesús. Un simple relato de estas cosas da luz, fuerza y conocimiento que ayudarán a otros en su progreso en la vida cristiana (Joyas de los testimonios, tomo 1, págs. 271, 272).

Educad la mente para amar la Biblia, amar la reunión de oración, amar la hora de meditación, y obre todo, la hora en la cual el alma comulga con Dios (Id., pág. 243).

EN LUGARES CELESTIALES, p.91 (E. White)
































La promesa del Espíritu



"El Señor quiere que los suyos sean sanos en la fe: que no ignoren la gran salvación que les es tan abundantemente ofrecida. No han de mirar hacia adelante pensando que en algún tiempo futuro se hará una gran obra a su favor, pues ahora es completa la obra. El creyente no es exhortado a que haga paz con Dios. Nunca lo ha hecho ni jamás podrá hacerlo. Ha de aceptar a Cristo como su paz, pues con Cristo están Dios y la paz. Cristo dio fin al pecado llevando su pesada maldición en su propio cuerpo en el madero, y ha quitado la maldición de todos los que creen en él como en un Salvador personal. Pone fin al poder dominante del pecado en el corazón, y la vida y el carácter del creyente testifican de la naturaleza genuina... de la gracia de Cristo. A los que le piden, Jesús les imparte el Espíritu Santo, pues es necesario que cada creyente sea liberado de la corrupción, así como de la maldición y condenación de la ley. Mediante la obra del Espíritu Santo, la santificación de la verdad, el creyente llega a ser idóneo para los atrios del cielo, pues Cristo actúa dentro de él y la justicia de Cristo está sobre él. Sin esto, ningún alma tendrá derecho al cielo. No disfrutaríamos del cielo a menos que estuviéramos calificados para su santa atmósfera por la influencia del Espíritu y de la justicia de Cristo.
A fin de ser candidatos para el cielo, debemos hacer frente a los requerimientos de la ley: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo" (Luc. 10: 27). Sólo podemos hacer esto al aferrarnos por fe de la justicia de Cristo. Contemplando a Jesús recibimos en el corazón un principio viviente y que se expande; el Espíritu Santo lleva a cabo la obra y el creyente progresa de gracia en gracia, de fortaleza en fortaleza, de carácter en carácter. Se amolda a la imagen de Cristo hasta que en crecimiento espiritual alcanza la medida de la estatura plena de Cristo Jesús. Así Cristo pone fin a la maldición del pecado y libera al alma creyente de su acción y efecto.
Sólo Cristo puede hacer esto, pues "debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del mundo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados" (Heb. 2: 17, 18). La reconciliación significa que desaparece toda barrera entre el alma y Dios, y que el
pecador comprende lo que significa el amor perdonador de Dios. Debido al sacrificio hecho por Cristo para los hombres caídos, Dios puede perdonar en justicia al transgresor que acepta los méritos de Cristo. Cristo fue el canal por cuyo medio pudieron fluir la misericordia, el amor y la justicia del corazón de Dios al corazón del pecador. "El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1: 9).
En la profecía de Daniel se registra de Cristo que expiaría "la iniquidad" y traería "la justicia perdurable" (Dan. 9: 24). Toda alma puede decir: "Mediante su perfecta obediencia, Cristo ha satisfecho las demandas de la ley y mi única esperanza radica en acudir a él como mi sustituto y garantía, el que obedeció la ley perfectamente por mí. Por fe en sus méritos, estoy libre de la condenación de la ley. Me reviste con su justicia, que responde a todas las demandas de la ley. Estoy completo en Aquel que produce la justicia eterna. El me presenta a Dios con la vestimenta inmaculada en la cual no hay una hebra que fue entretejida por instrumento humano alguno. Todo es de Cristo y toda la gloria, el honor y la majestad han de darse al Cordero de Dios que quita los pecados del mundo".
Muchos piensan que deben esperar un impulso especial a fin de que puedan ir a Cristo; pero sólo es necesario acudir con sinceridad de propósito, decidiendo aceptar los ofrecimientos de misericordia y gracia que nos han sido extendidos. Hemos de decir: "Cristo murió para salvarme. El deseo del Señor es que sea salvado, e iré a Jesús sin demora, tal como soy. Me aventuraré a aceptar su promesa. Cuando Cristo me atraiga, responderé". El apóstol dice: "Con el corazón se cree para justicia" (Rom. 10: 10).

Nadie puede creer con el corazón para justicia y obtener así la justificación por la fe mientras continúe en la práctica de aquellas cosas que prohíbe la Palabra de Dios, o mientras descuide cualquier deber conocido."

MENSAJES SELECTOS, T.1, pp. 462-464



El comienzo del fuerte pregón
Escudriñe las Escrituras como nunca antes todo el que profese creer que el Señor viene pronto, pues Satanás está determinado a probar todo artificio posible para mantener a las almas en tinieblas y cegar las mentes para que no vean los peligros de los tiempos en que vivimos. Estudie su Biblia cada creyente con oración ferviente para que pueda ser iluminado por el Espíritu Santo en cuanto a lo que es verdad a fin de que pueda saber más de Dios y de Jesucristo a quien él ha enviado. Escudriñad las verdades como si fueran tesoros escondidos y chasquead al enemigo. El tiempo de prueba está precisamente delante de nosotros, pues el fuerte pregón del tercer ángel ya ha comenzado en la revelación de la justicia de Cristo, el Redentor que perdona los pecados. Este es el comienzo de la luz del ángel cuya gloria llenará toda la tierra. Esto es así, porque la obra de cada uno a quien ha llegado el mensaje de amonestación es la de exaltar a Jesús, presentarlo al mundo tal como está revelado en figuras y bosquejado en símbolos, tal como es manifestado en la revelación de los profetas, tal como es revelado en las lecciones dadas a sus discípulos y en los milagros maravillosos efectuados para los hijos de los hombres. Escudriñad las Escrituras, pues ellas son las que dan testimonio de Cristo. Si queréis salir incólumes del tiempo de angustia, debéis conocer a Cristo y apropiaros del don de su justicia, la cual imputa al pecador arrepentido (The Review and Herald, 22 de noviembre de 1892).
 

Apropiaos de la justicia de Cristo
Mediante Cristo, se dan al hombre tanto restauración como reconciliación. El abismo abierto por el pecado ha sido salvado por la cruz del Calvario. Un rescate pleno y completo ha sido pagado por Jesús en virtud del cual es perdonado el pecador y es mantenida la justicia de la ley. Todos los que creen que Cristo es el sacrificio expiatorio pueden ir y recibir el perdón de sus pecados, pues mediante los méritos de Cristo se ha abierto la comunicación entre Dios y el hombre. Dios puede aceptarme como a su hijo y yo puedo tener derecho a él y puedo regocijarme en él como en mi Padre amante. Debemos centralizar nuestras esperanzas del cielo únicamente en Cristo, pues él es nuestro sustituto y garantía.
Hemos transgredido la ley de Dios, y por las obras de la ley ninguna carne será justificada. Los mejores esfuerzos que pueda hacer el hombre con su propio poder son ineficaces para responder ante la ley santa y justa que ha transgredido, pero mediante la fe en Cristo puede demandar la justicia del Hijo de Dios como plenamente suficiente. Cristo satisfizo las demandas de la ley en su naturaleza humana. Llevó la maldición de la ley por el pecador, hizo expiación para él a fin de que cualquiera que cree en él, no se pierda sino tenga vida eterna. La fe genuina se apropia de la justicia de Cristo y el pecador es hecho vencedor con Cristo, pues se lo hace participante de la naturaleza divina, y así se combinan la divinidad y la humanidad.
El que está intentando alcanzar el cielo por sus propias obras al guardar la ley, está intentando un imposible. El hombre no puede ser salvado sin la obediencia, pero sus obras no deben ser propias. Cristo debe efectuar en él tanto el querer como el hacer la buena voluntad de Dios. Si el hombre pudiera salvarse por sus propias obras, podría tener algo en sí mismo por lo cual regocijarse. El esfuerzo que el hombre pueda hacer con su propia fuerza para obtener la salvación está representado por la ofrenda de Caín. Todo lo que el hombre pueda hacer sin Cristo está contaminado con egoísmo y pecado, pero lo que se efectúa mediante la fe es aceptable ante Dios. El alma hace progresos cuando procuramos ganar el cielo mediante los méritos de Cristo. Contemplando a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, podemos proseguir de fortaleza en fortaleza, de victoria en victoria, pues mediante Cristo la gracia de Dios ha obrado nuestra completa salvación.
Sin fe es imposible agradar a Dios. La fe viviente capacita a su poseedor para aferrarse de los méritos de Cristo, lo capacita para obtener, del plan redentor, gran consuelo y satisfacción. (The Review and Herald, 1° de julio de 1890). 



MENSAJES SELECTOS, T.1, pp. 425-427